A más de dos días del operativo federal por el que se logró la recaptura del Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, vehículos calcinados que fueron utilizados por delincuentes para bloquear hasta 19 vías de comunicación permanecen todavía en tramos carreteros y autopistas, donde dan muestra del nivel de violencia que generó la detención del criminal.
Aunque el reporte de la concesionaria de la Autopista Culiacán-Mazatlán es que la vía de comunicación se encuentra todavía cerrada debido a los trabajos de “limpieza” en la vía, los vehículos pueden transitar sin problema, aunque con precaución debido a que los automóviles que fueron incendiados el jueves pasado aún no han sido retirados.
De hecho, las casetas de peaje de la Culiacán-Mazatlán se encuentran cerradas, por lo que el paso de vehículos se realiza sin hacer prácticamente ningún pago de cuota.
A un costado de la vía de comunicación, se encuentran las estructuras calcinadas de al menos 2 unidades en el tramo Barra de Piaxtla hasta Mazatlán, donde se ve la estructura metálica de lo que fue un vehículo de carga y los restos calcinados de otra unidad irreconocible.
Una mayor cantidad de vehículos se encuentran apostados en la vía Mazatlán-Tepic donde se contabilizaron al menos 20 vehículos de todo tipo.
Entre ellos, lo que parece era una camioneta de carga y otro vehículo más pequeño; kilómetros más adelante, uno de doble remolque que no logró quemarse, aunque quedó inutilizable.
En otros tramos, sólo quedaron restos totalmente quemados, por lo que nos es posible identificar de qué tipo de unidades se trata, mientras en otro lugar únicamente queda la estructura de metal en pie.
De acuerdo a la información oficial, durante la madrugada del pasado 5 de enero, presuntos delincuentes robaron 250 vehículos particulares de todo tipo, de los cuales, al menos 51 fueron incendiados.
