Morelia, Michoacán.- Con el firme compromiso de poner a la infancia en el centro de las políticas públicas, la diputada Vanhe Caratachea presentó una iniciativa para reformar la Ley de Cultura Física y Deporte del Estado de Michoacán, con el fin de reconocer expresamente a niñas, niños y adolescentes como grupo prioritario en el ejercicio del derecho al deporte.
La propuesta incluye acciones concretas como la planificación de programas deportivos con enfoque infantil, la adecuación de espacios seguros y accesibles, y la capacitación de personal que trabaje con niñas, niños y adolescentes, incluyendo conocimientos en primeros auxilios y derechos de la infancia. Además, plantea que la niñez tenga voz y participación activa en las decisiones relacionadas con el deporte. Todo esto sin necesidad de crear nuevas instituciones ni generar costos excesivos para el Estado.
“La ley habla del deporte en general, pero cuando todo el mundo es prioridad, nadie lo es realmente. Hoy es urgente dejar de ver a las infancias como beneficiarias secundarias y empezar a tratarlas como sujetas de derechos”, señaló Vanhe Caratachea desde tribuna. La reforma propuesta adiciona y modifica artículos clave de la ley vigente desde 2004, con enfoque en inclusión, equidad y protección integral.
Recordó que el derecho al deporte está reconocido en tratados internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño. “Fomentar el deporte en la niñez no es un lujo, es una obligación legal, social y moral del Estado. Es formar mejores seres humanos, no solo mejores atletas”, puntualizó.
La legisladora subrayó que esta no es una reforma decorativa, sino una necesidad real. En Michoacán, el 37% de la infancia vive con obesidad y menos del 43% realiza actividad física con regularidad. “No solo estamos hablando de salud, estamos hablando de prevención de violencia, de autoestima, de espacios seguros y de oportunidades para soñar”, agregó.
Finalmente, la diputada hizo un llamado al Congreso a respaldar la propuesta: “Esta no es una reforma más. Es un acto de justicia generacional, una apuesta por el presente y un compromiso con el futuro. Que cuando nuestras hijas e hijos pregunten qué hicimos por la infancia, podamos decir con orgullo: estuvimos del lado correcto”.
